Ángel Gabriel le explica a Daniel el mensaje, continúa
3 de Marzo de 2024. ¡Hola! Estás en el camino de la verdad, el camino de la salvación. Haga clic en este enlace https://lechemenn.blogspot.com/?m=1 para encontrar todos los mensajes. Compártelo con todos para que conozcan el verdadero camino de Dios para que asuman sus responsabilidades. Estas son las profecías que sucederán, tal como han comenzado. Se han hecho en el pasado, y continúan ocurriendo ahora en los últimos días. Esfuércese por entender las palabras para que pueda asumir la responsabilidad. La tierra prometida, la ciudad de Jerusalén, la tierra del rey, es Haití. El país de Judea es Santo Domingo, Jerusalén y Judea son dos hermanas. Vosotros sois el pueblo de Dios que sois el pueblo de Israel, es decir, la familia de Jacob. Dios te ama y te está esperando. Buena meditación.
Ángel Gabriel le explica a Daniel el mensaje,
continúa
El ángel Gabriel continúa diciendo, siete veces
setenta años, este es el tiempo que Dios ha fijado para librar a su pueblo y a
la ciudad apartada para él del pecado y de la maldad. Cuando llegue ese
momento, Él perdonará todos los pecados. Todos serán justos para siempre. Así
se cumplirá todo lo anunciado en la visión y en el mensaje del profeta. El
altar será nuevamente consagrado. Entiéndelo bien, abre los oídos. Desde el
momento en que dieron la orden de reconstruir Jerusalén hasta el momento en que
venga el gobernante ungido de Dios, pasarán siete veces siete años. Jerusalén
será reconstruida junto con sus caminos y murallas. La ciudad durará siete
veces estos sesenta y dos años, pero durante todo este tiempo la gente estará
en gran confusión. Después de estos siete veces sesenta y dos años, el
gobernante elegido por Dios será asesinado sin razón. Otro líder vendrá de
lejos y destruirá la ciudad y el templo. Todo quedará así y terminará como una
gran inundación. Entonces habrá guerra y destrucción, como Dios lo ha
preparado. Este jefe firmará un fuerte contrato con muchos otros pueblos
durante siete años. Pero dentro de tres años y seis meses les hará dejar de
matar animales y de hacer ofrendas a Dios. Pondrán lo que no os gustaría ver,
lo que causa gran dolor, sentado en lo alto del templo. Allí permanecerá hasta
que la persona que lo pondrá allí encuentre su fin, tal como Dios se lo ha
preparado.
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