Daniel y sus amigos en el palacio del rey Nabucodonosor.
17 de enero de 2024. ¡Hola! Estás en el camino de la verdad, el camino de la salvación. Haga clic en este enlace https://lechemenn.blogspot.com/?m=1 para encontrar todos los mensajes. Compártelo con todos para que conozcan el verdadero camino de Dios para que asuman sus responsabilidades. Estas son las profecías que sucederán, tal como han comenzado. Se han hecho en el pasado, y continúan ocurriendo ahora en los últimos días. Esfuércese por entender las palabras para que pueda asumir la responsabilidad. La tierra prometida, la ciudad de Jerusalén, la tierra del rey, es Haití. El país de Judea es Santo Domingo, Jerusalén y Judea son dos hermanas. Vosotros sois el pueblo de Dios que sois el pueblo de Israel, es decir, la familia de Jacob. Dios te ama y te está esperando. Buena meditación.
Daniel y sus amigos en el palacio del rey
Nabucodonosor.
En el tercer año del reinado de Joacim, rey de
Judea, Nabucodonosor, rey de Babilonia, atacó a Jerusalén. Lo asedió por todas
partes. El Señor le permitió imponer sus manos sobre Joacim y muchas cosas que
apartaron para el servicio de Dios en el templo. Nabucodonosor llevó consigo
algunos cautivos al templo de sus dioses en Babilonia. Después de eso, puso en
el templo de sus dioses las cosas que había tomado. El rey dio a Aspenaz,
comandante de sus hombres de confianza, la orden de elegir entre el pueblo exiliado
de Israel, algunos jóvenes de la familia real o de las familias de los nobles.
Estos jóvenes deberían ser hombres guapos y sin ninguna discapacidad. Deben
tener buena sabiduría, buena educación y mucho conocimiento para poder prestar
servicio en el palacio del rey. Aspenaz tuvo que enseñarles a leer y escribir
el idioma de los babilonios. El rey ordenó que todos los días tomaran la comida
y el vino que se servía en la mesa del rey para dárselos. Deberían pasar tres
años así.
Después de eso, vendrán ante el rey para su
servicio. De los jóvenes que eligieron, eran cuatro de la tribu de Judá:
Daniel, Ananías, Miguel y Azarías. El comandante de los hombres de confianza
del rey cambió el nombre de estos jóvenes. Llamó a Daniel Beltechasa, a Ananía
Sadrac, a Miguel Mesac y a Azarías Abed-nego. Daniel decidió en su corazón no
tocar ni la comida ni el vino que se servía en el palacio del rey para poder
estar siempre en condiciones de servir a su Dios. Entonces fue al comandante de
los hombres de confianza del rey y le pidió permiso para no comer estos
alimentos. Aspenaz, el comandante de los hombres de confianza, ama a Daniel. Continuaremos.
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