La bendición del altar

 18 de Deciembre de 2023. ¡Hola! Estás en el camino de la verdad, el camino de la salvación. Haga clic en este enlace https://lechemenn.blogspot.com/?m=1 para encontrar todos los mensajes. Compártelo con todos para que conozcan el verdadero camino de Dios para que asuman sus responsabilidades. Estas son las profecías que sucederán, tal como han comenzado. Se han hecho en el pasado, y continúan ocurriendo ahora en los últimos días. Esfuércese por entender las palabras para que pueda asumir la responsabilidad. La tierra prometida, la ciudad de Jerusalén, la tierra del rey, es Haití. El país de Judea es Santo Domingo, Jerusalén y Judea son dos hermanas. Vosotros sois el pueblo de Dios que sois el pueblo de Israel, es decir, la familia de Jacob. Dios te ama y te está esperando. Buena meditación.

Aquí están las órdenes del Señor sobre el Templo:

La bendición del altar

El Señor, el único maestro, me habló y me volvió a decir: ¡Hombre! Escuche lo que estoy diciendo. Esto es lo que les ordeno que hagan: cuando terminemos de armar el altar, tú me lo apartarás. Quemarás sobre él la carne de los animales que me has ofrecido, y rociarás sobre todo el altar la sangre de los animales que has matado. Así me apartarás el altar. Entre los levitas, sólo los sacerdotes de la familia de Sadoc deben presentarse ante mí para servirme. Esto es lo que yo, el Señor, único Maestro, os pido: daréis a estos sacerdotes un novillo para que me lo ofrezcan y pida perdón por los pecados. Tomarás una pequeña gota de sangre y la derramarás sobre los cuatro cuernos, en las cuatro esquinas del altar, en las cuatro esquinas de la parte media y en todo el borde. Así quitarás todos los pecados que entraron al hacer el altar; lo apartarás completamente para mi servicio. Tomarás el toro que me fue ofrecido para pedir perdón por el pecado y lo quemarás en otro lugar, muy lejos del patio del Templo.

Mañana tomarás un macho cabrío sin ninguna enfermedad y me lo ofrecerás para pedir perdón por tus pecados. Santificarás el altar para mi servicio con su sangre, como lo hicieron la víspera con la sangre del toro. Cuando hayas hecho esto, tomarás de tus rebaños un novillo y un carnero, ambos sin ninguna enfermedad. Los traerás ante mí. Los sacerdotes les echarán sal. Cuando terminen, los quemarán por completo como ofrenda para mí. Cada día, durante siete días, me ofreceréis un macho cabrío, un toro y un carnero para pedirme perdón por vuestros pecados. Todos estos animales estarán sin ninguna enfermedad. Los tomarás de todos tus rebaños. Durante siete días los sacerdotes realizarán la ceremonia para poner el altar en condiciones de servirme. Así lo prepararán para que sirva en el templo; lo apartarán para Dios. Después de estos siete días, los sacerdotes comenzarán a ofrecer sobre el altar otros sacrificios de animales para ser quemados, junto con las ofrendas del pueblo para dar gracias a Dios. Así seré feliz contigo. Soy yo, el Señor, el único Maestro, quien dice esto.