Así siguen los haitianos resistiendo a Dios
15 de Augusto de 2023. ¡Hola! Estás en el camino de la verdad, el camino de la salvación. Haga clic en este enlace https://lechemenn.blogspot.com/?m=1 para encontrar todos los mensajes. Compártelo con todos para que conozcan el verdadero camino de Dios para que asuman sus responsabilidades. Estas son las profecías que sucederán, tal como han comenzado. Se han hecho en el pasado, y continúan ocurriendo ahora en los últimos días. Esfuércese por entender las palabras para que pueda asumir la responsabilidad. La tierra prometida, la ciudad de Jerusalén, la tierra del rey, es Haití. El país de Judea es Santo Domingo, Jerusalén y Judea son dos hermanas. Vosotros sois el pueblo de Dios que sois el pueblo de Israel, es decir, la familia de Jacob. Dios te ama y te está esperando. Buena meditación.
Así siguen los haitianos resistiendo a Dios
Dios el único Maestro dice: Así los saqué de
Egipto. Los llevé al desierto. Les doy mis órdenes, les hago saber mis
principios, principios que dan vida si los siguen. Cuando termino, les doy mis
días de descanso para que recuerden el contrato que firmé con ellos, para que
nunca olviden que yo, el Señor, que los hago vivir aparte para Dios. Pero, allí
mismo en el desierto, el pueblo de Israel me resistió. No siguen mis órdenes,
tiran por la borda mis principios, principios que dan vida si alguien los
sigue. No respetan mis días de reposo. Entonces, decidí hacerles sentir lo que
podría hacerles cuando estoy molesto: podría hacerlos desaparecer a todos en el
desierto. Pero no lo hice para que las personas que vieron cuando los hice
salir de Egipto no tuvieran la oportunidad de arrastrar mi nombre por el lodo.
Así que juré en el desierto que no los llevaría a la tierra que les había dado,
una tierra que mana leche y miel, una tierra más hermosa que todas las demás
tierras. Hice este juramento porque desecharon los principios que les enseñé,
no siguieron las órdenes que les di. No respetaron tanto mis días de reposo que
no querían renunciar a sus ídolos.
Pero después de eso, tuve lástima por ellos,
decidí que no los mataría. Así es como no los hice desaparecer a todos en el
desierto. Entonces hablé a sus hijos en el desierto y les dije: No sigáis las
órdenes de vuestros mayores. No sigas los mismos principios que ellos. No os
contaminéis sirviendo a los ídolos. Yo soy el Señor que es su Dios. Sigue mis
principios, vive de acuerdo a mis órdenes. Haz todo lo que te digo que hagas.
Respeta mis sábados para demostrar que cumples el contrato que firmé contigo.
Por tanto, la gente sabrá que yo soy el Señor que es su Dios. Continuaremos.
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