Jerusalén es como una mujer que corre tras los hombres

 25 de Julio de 2023. ¡Hola! Estás en el camino de la verdad, el camino de la salvación. Haga clic en este enlace https://lechemenn.blogspot.com/?m=1 para encontrar todos los mensajes. Compártelo con todos para que conozcan el verdadero camino de Dios para que asuman sus responsabilidades. Estas son las profecías que sucederán, tal como han comenzado. Se han hecho en el pasado, y continúan ocurriendo ahora en los últimos días. Esfuércese por entender las palabras para que pueda asumir la responsabilidad. La tierra prometida, la ciudad de Jerusalén, la tierra del rey, es Haití. El país de Judea es Santo Domingo, Jerusalén y Judea son dos hermanas. Vosotros sois el pueblo de Dios que sois el pueblo de Israel, es decir, la familia de Jacob. Dios te ama y te está esperando. Buena meditación.

Jerusalén es como una mujer que corre tras los hombres

El Señor dijo de nuevo: ¡Maldito, maldito seas! Cuando hayas hecho todas estas cosas malas. A cada lado de la calzada edificáis vuestro templo para servir a vuestros ídolos, para hacer la carrera de vuestra prostitución. En cada encrucijada, construyes un templo donde arrastras tu belleza en el barro. Te ofreces a los transeúntes. Cada día empeorabas. Fuiste a acostarte con los egipcios, tus vecinos que son muy ricos. Lo haces, lo haces hasta que me haces enojar. Entonces estiré mi mano hacia ti para castigarte, corté pedazos de lo que era tuyo. Te entregué en manos de tus enemigos, los filisteos, quienes no podían sentir todas las maldades que estabas haciendo. Pero esta gente no te dio suficiente placer, corriste a la gente de Asiria. Duermes con ellos. Pero ellos también, no te dieron suficiente placer. Fuiste a prostituirte con los babilonios, los grandes mercaderes. ¡Pero ellos también, no te dieron suficiente placer!

Esto es lo que el Señor, el único Maestro, dijo de nuevo: ¡Estaba muy enojado contigo! Haces todo eso como una puta inteligente. Construyes un lugar de descanso en cada cruce de caminos. Construyes tu templo a cada lado de la carretera. Pero no buscabas dinero como otras prostitutas. Eras como una esposa que engañaba, que prefiere ser amable con otros hombres que amar a su esposo. Le pagan a alguien por prostitución. Pero tú, tú eres el que da regalos a tus hombres, eres el que les ofrece dinero para que vengan de todas partes a acostarse contigo. No eres como otras mujeres que se prostituyen. Nadie te obligó a hacer esto. No te pagaron por eso. ¡Tú eres el que le pagaba a la gente para que se acostara contigo! ¡No! ¡No eres como las otras prostitutas!