No desvíes tu conciencia

 15 de julio de 2022. Hola, estás en el camino de la verdad, el camino de la salvación.

No desvíes tu conciencia

Haz la obra de tu Dios cada día con alegría. Siempre listo para predicar todos los días. Estén siempre listos, aunque el trueno del peligro quiera golpearlos, nunca tengan miedo de predicar todos los días porque eso es lo que Dios está esperando para darles la salvación. Debéis predicar a todos las buenas nuevas del reino para que se responsabilicen porque la tierra debe ser predicada. Dios te ha puesto en la tierra para hacer Su voluntad. Cuando Él te dice que trabajes, es porque no podrás alcanzarlo si no haces lo que Él dice. Tu lugar está al lado de Dios, dependiendo de cómo trabajes y cómo hagas el trabajo. Os recuerdo que os dará la gracia, la persona que os dará la gracia, debéis hacer todo lo que Él os diga. De lo contrario, no serás agraciado. No está jugando con los que no le obedecen. Cuando no le obedeces para hacer lo que Él dice, es porque no quieres verlo, no te gusta. Entonces te aseguras de que tu lugar esté en el fuego porque Él no te aceptará donde está. Y es a ti mismo a quien has traicionado.

La mayoría de las personas no tienen el corazón para tomar conciencia, traicionan su conciencia. Debes tomar conciencia para hacer todo lo que debes hacer. Debes orar para que todos se unan a la obra por la tierra a predicar. Debéis orar para que la buena nueva entre en los oídos de todos para que puedan decidir, y que llegue el día en que cada uno asuma su responsabilidad. Una vez que ya hablaste con alguien, saben que deben asumir la responsabilidad y no la asumen, no eres responsable. Eso es lo que hay que hacer, hay que dar a cada uno sus responsabilidades. Cuando te los encuentres en tu camino, háblales. Si te reprenden no te preocupes, anda, no los mires. Ve porque sus responsabilidades ya están en sus manos, haz tu parte porque ya les dijiste lo que necesitan saber. Sigue trabajando porque ya no tendrás tiempo para trabajar. Habrá una conmoción sin precedentes. No tengáis miedo de predicar a todos todos los días para que cuando ya no podáis predicar, cada cual tenga en sus manos sus responsabilidades, para que no seáis responsables de la sangre de nadie. Cuando te sientas en casa, no vas a predicar a la gente, no vas a su casa para llevarles la verdad, si este trabajo era por tu cuenta y no lo haces, ¡son responsables! Eres responsable de la sangre de esa persona que fluirá. Usted es responsable porque es usted quien no hizo su trabajo, quien causa que esa persona pague. Él está en tu entorno, no le predicas, lo que hará que su sangre fluya, ¿y tú que eres responsable?

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