El Señor castigará al pueblo

7 de febrero 2022. ¡Hola, estás en el camino de la salvación! Hay muchas profecías que se harán realidad como las estás empezando a ver. Ahora, te los explicaremos a un nivel para que puedas meditar en ellos porque debes esforzarte al máximo para entender la palabra de Dios. Dios te ama y te está esperando. Prepárate y haz todo lo que debes hacer para venir a él porque tu salvación está en tus manos. Esfuérzate por no poner tu alma en duda. Tú solo debes cumplir con todos los trámites para salvarte. No pongas tu alma al calor para echar a correr sin saber a dónde vas, y cuando miras para ver, es dentro de un fuego que te encuentras. Recuerda que tú eres el alma. Deja que tu alma esté en paz, para que puedas llegar al lugar donde debes estar. Seguramente, nuestro Salvador regresará para salvarnos nuevamente de la muerte que el maligno creó para nosotros, pero debes estar preparado. Buena meditación.

El Señor castigará al pueblo

El SEÑOR ha dado a conocer Su decisión sobre el país, y todo el pueblo sabrá que El dijo. Pero son tan orgullosos y arrogantes que dicen: 'las casas de ladrillos se derriban, con piedras edificaremos otras'. Derribarán las columnas de sicomoros, haremos otras con cedros en su lugar. El Señor ha levantado a sus enemigos contra él. Hará que el jefe del ejército devore a esta gente con los dientes. ¡Pero eso no es todo! El Señor está muy enojado con ellos. El pueblo no se arrepintió, no volvió al Señor Todopoderoso que los estaba castigando. En un día, el Señor cortará la cabeza y la cola del pueblo. Castigará a todos los líderes, grandes y pequeños. Los ancianos, los notables, son los jefes del pueblo. Los rabos son los profetas, el padre de los mentirosos, los caudillos de los pueblos que los hacen perder el rumbo. El pueblo está en el desierto. Por tanto, el Señor no escuchará a los jóvenes. No tendrá piedad de los huérfanos y de las viudas porque todo el pueblo es completamente irrespetuoso con Dios, todos están haciendo cosas malas. Solo son malas palabras las que salen de sus bocas. Pero eso no es todo. El Señor todavía está enojado. Todavía no se ha establecido con ellos.

El pueblo será quemado en el fuego como en los espinos, en la hojarasca y en la paja. Sus cuerpos estarán en llamas, todos se convertirán en humo que se eleva hacia el cielo. El Señor de los ejércitos se enojó y acabó con ellos. Los incendios quemarán a todos en la tierra. Nadie puede salvar a nadie. Giran a la derecha, el fuego todavía tenía hambre. Giran a la izquierda, el fuego los devora, el fuego todavía tiene hambre. Incluso se comieron a sus propios hijos. Los malvados se devoran unos a otros. Luego unieron sus fuerzas para atacar a los justos. ¡Pero eso no es todo! El Señor todavía está enojado. ¡Él aún no se ha establecido con ellos!

Malditos sean los principados de la ley, que encubren sus iniquidades, que escriben leyes injustas para restringir al pueblo; Así obligaron a los pobres a no defender sus derechos. Hacen los juicios que se supone que son en beneficio del pueblo, los convierten en su beneficio. ¡Están robando a las viudas y están robando a los huérfanos! ¿Qué harás cuando Dios te envíe la desgracia desde lejos? ¿A la casa de quién irás en busca de ayuda? Os harán prisioneros. Te deportarán si no mueres en la guerra. Pero ese aún no es el caso. El Señor está muy enojado con ellos.